Los vecinos de la localidad británica de Coventry, en Inglaterra, se sorprendieron con una insólita lluvia de manzanas. Y si por si fuera poco tenerlas en los jardines, están las abolladuras que han dejado en los autos. Pese a lo extraño de la supuesta “lluvia de manzanas”, no es la primera vez que la lluvia trae algo más que agua.

El procurador romano Plinio, allá por el año 77 antes de nuestra era, describió en su Historia Natural una lluvia de peces. Y en 1859, hay reportes de dos tormentas de diez minutos y también de peces.

Las ranas también son algo que llueve en el Reino Unido. En 1996 incluso en el sur de Londres, miles de peces llovieron del cielo.

Y no hace tanto, en enero de este año, la noticia de que 3 mil mirlos yacían muertos en las calles de una pequeña localidad de Arkansas dio la vuelta al mundo. Al poco tiempo, otros 500 muertos aparecieron en una carretera de Luisiana y días después cientos de aves aparecieron muertos en Suecia.

La explicación, un extraño pero no tan poco común fenómeno: suficientes vientos, como una tormenta, combinada con remolinos de corrientes de aire vertical capaces de elevar a los animales a grandes alturas si pasa en el mar o en un río.

Fuente: BBC Mundo