A diferencia de otras adolescentes de 17 años de edad, Poppy Webb- Jones está más interesada en Hannah Montana y Justin Bieber que en usar maquillaje. Esto se debe a que padece una rara afección, la cual hizo que naciera sin ningún tipo de hormonas, nunca ha pasado por la pubertad ni tuvo un crecimiento normal y fácilmente su apariencia se confunde con una pequeña de 11 años, en Estados Unidos.

Para muchos padres de adolescentes, Poppy suena como la niña perfecta pero su estado supone un riesgo mortal para su salud a lo largo de toda su infancia y vida actual.

No tiene la hormona del crecimiento, es decir, sus huesos dejaron de crecer y no tiene la tiroxina, que regula el metabolismo y los niveles de energía. Además no tiene el estrógeno, que controla el inicio de la pubertad y el desarrollo de características sexuales secundarias.

Lo más preocupante es que su cuerpo no produce la hormona cortisol, que es vital en la regulación de la reacción del cuerpo al estrés. Esto significaba que tiene el riesgo de caer en una reacción de choque mortal si alguna vez sufría una lesión o enfermedad grave.

Algo tan simple como caerse de un columpio podía causarle que entre en estado de shock, y llevarla a una insuficiencia de sus órganos. Como resultado, Poppy ahora lleva una inyección de cortisol con ella en todo momento y sus maestros en la escuela han sido informados de su condición.

Fuente: The Sun