Una monja de clausura del convento de San Severino Marche, en Italia, sufría un terrible dolor de estómago y decidió ir a urgencias. Horas después, la mujer salió estrechando entre sus propios brazos a su propio hijo.

La mujer dio a luz a un bebé en un parto natural que tuvo lugar en la sala ginecológica del hospital Bartolomeo Eustacchio de esta localidad transalpina.

La sorpresa de los médicos llegó cuando se percataron de que estaban ayudando a dar a luz a una madre primeriza que había jurado, años atrás, castidad al Señor y fidelidad eterna y que pertenecía a la Las discípulas del Niño Jesús.

La religiosa llegó el pasado martes al hospital, acompañada de otras hermanas, acusando fuertes dolores de estómago. Tras la realización de una ecografía, los doctores desvelaron el misterio y mandaron rápidamente a la mujer a la sala de obstetricia no sin haber sufrido un pequeño momento de confusión, tal y como señalan en Ilgiornale.it. Tenían que ponerse en acción rápidamente para ayudar a dar a luz a la monja de clausura.

Fuente: Elconfidencial.com