Ahora bien, si lo tuyo es el consumo por el consumo, desmárcate de toda esa gente con ordenadores, libros y televisores: compra aquello que los demás no pueden porque no saben que se puede comprar, como por ejemplo:

1. Un lugar en la cola

Quien más, quien menos, se ha hartado alguna vez de estar en una cola. Por eso inventaron LineStanding, un servicio para comprar un lugar en la cola, solo disponible en Washington, de momento. ¿Para qué esperar durante horas si otro puede hacerlo por ti a cambio de un módico precio?

2. Aire fresco o sucio en latas

El multimillonario chino Chen Guangbiao se ha dado cuenta de que vivimos en ambientes muy contaminados y por ello ha decidido poner a la venta aire fresco en latas, procedente de regiones chinas con poca contaminación. Si no te convence la idea, puedes hacerte también con una lata de aire de grandes ciudades, pero no te puedo asegurar que sea muy sano.

3. Búnkers de la II Guerra Mundial

Si eres un friki de la II Guerra Mundial o te da miedo el apocalipsis y tienes pereza de hacerte tu propio búnker, deberías saber que en Berlín los están vendiendo. Muchos de ellos son hoy en día museos, pero hay otros que están en desuso. El problema aquí tal vez sea el precio, porque para comprar uno te tienes que gastar un mínimo de 5.000 euros.

4. Una patada en los testículos

No sé si recordáis este producto. Lo pusieron a la venta en eBay en 2009 y la puja empezaba en 500 euros. Aquella tuvo un ganador, pero no me cabe duda de que si rebuscamos en Internet encontraremos ofertas parecidas. Seguro que hay gente dispuesta a ganar unos cuantos euros con la frustración de otras personas, igual que los hay dispuestos a pagar por una patada y no por un masaje o un spa.

5. Una vida entera

El estadounidense Shane Butcher decidió que se había hartado de todo y puso a la venta por eBay casi todo lo que tenía, salvo a su perro, su hija y su mujer, por algo menos de tres millones de euros. Lástima que en España no podamos aspirar a comprar un sueño americano.

Fuente: 20minutos.es