El trabajo de los fotógrafos es muy arduo. En algunas ocasiones incluso tienen que esperar horas para capturar la mejor imagen y el caso de Imre Potyó es muy particular. Él tenía una obsesión: una “danza” de efímeras, por lo que tuvo que esperar varios días para tomar las fotos ideales.

Potyó es un fotógrafo húngaro perseverante. Él logró fotografiar un enjambre en el año 2013 por primera vez. Contó que se quedó impresionado por “la maravillosa danza de estos insectos”, por lo que decidió tomar más imágenes, pero ahora con el cielo estrellado de fondo.

Las efímeras, cuyo nombre científico es Ephoron virgo, inician su vuelo a finales de julio o principios de agosto. Es entonces cuando grandes enjambres aparecen en los ríos de Europa Central al atardecer para aparearse por millones. Sin embargo, mueren al amanecer.

Es así que Potyó decidió ir al río Rába de Hungría y esperar doce días a que los insectos aparezcan para poder tomar sus tan soñadas fotografías. Esperó noche tras noche, hasta que las criaturas lo sorprendieron en torbellino.

“Yo estaba de pie ante el río, así que yo y mi equipo fotográfico quedamos totalmente cubiertos por la masa de las efímeras”, dijo Potyó al portal . “Me rodearon totalmente”, agregó.

Tomó más de 200 fotos en un par de horas con su Nikon D90, aunque la imagen final es un compuesto de dos tiros. Primeramente, utilizó una velocidad de obturación rápida para capturar los movimientos erráticos de los insectos, iluminándolos con un flash y una linterna. Luego, hizo una exposición de 30 segundos centrado en las estrellas del cielo.

Y así, Potyó pudo captar la imagen de estos insectos bajo un cielo estrellado y hermoso. Sus esfuerzos no fueron en vano.

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