La Audiencia de Barcelona resolvió absolver a Carlos Morín y otros 10 acusados de haber practicado 89 abortos ilegales a mujeres en avanzado estado de gestación en sus clínicas de esa localidad española.

En la sentencia también se absuelve a sus colaboradores, entre ellos su esposa y socia, para quien se había pedido 171 años de cárcel.

En la resolución, la Audiencia consideró que las interrupciones de los embarazos se hicieron “con el consentimiento y bajo petición expresa de las mujeres embarazadas”.

En el caso de las menores de edad, con el permiso de sus padres o tutores. Señaló además que las clínicas eran legales y que el personal tratante estaba capacitado.

Por este caso, la Fiscalía había pedido para Morín una pena de hasta 273 años de prisión lo que implicaba una sentencia de muerte.