Un gran danés de tres años se sentía tan mal cuando lo encontraron sus dueños, por lo que terminaron llevándolo a una sala de emergencias de un hospital veterinario. Lo que causaba sus dolencias sorprendió a todos.

Una placa de rayos X mostró que su estómago estaba lleno de una gran cantidad de material que no se miraba que fuera orgánico.

Tras casi dos horas de cirugía, la doctora Ashley Magee encontró la respuesta: el perro se había comido un total de 43 calcetines y medio.

Según Shawna Harch, vocera del Hospital DoveLewis, este caso es quizá el más extraño que han visto en la historia del centro, según el diario The Oregonian.

Es tan raro, que el hospital entró en una competencia, con todo y rayos X, patrocinada por una revista veterinaria, Veterinay Practice News, y ganó uno de los premios del concurso que se llama: “¿Se comieron qué cosa?”

El primer premio fue para un hospital de Plano, Texas, que atendió a un sapo exótico que se había comido 30 pequeñas rocas que estaban en su caja.

En el caso del perro, el hospital confirmó que un día después de la cirugía, fue llevado a casa donde siguió con su recuperación.