Los dos principales implicados en la tragedia que se registró el pasado sábado en el centro de rehabilitación Cristo es Amor, en San Juan de Lurigancho, fueron trasladados a la sede del Ministerio Público para que rindan su declaración.

Según informó RPP, el director de dicha casa, Raúl García Albornoz, y el Julio Matías Torres, encargado de las llaves de las habitaciones, llegaron a dicha sede esposados y con chalecos antibalas.

“Soy inocente, esta era una casa de Dios”, dijo García Albornoz antes de rendir sus descargos por la muerte de 27 internos en un incendio.

Del mismo modo, Torres aclamó su inocencia. Ambas personas permanecerán unas horas en la Fiscalía, luego de ser detenidos el pasado domingo y permanecer toda la noche en la sede de la Dirincri.