Todas las personas tendemos a tener ciertas fobias, unas más intensas que otras, temor a espacios cerrados o estar a gran altura, que son de las más conocidas. Es usual padecer o conocer a personas con claustrofobia, agorafobia o, incluso, la entomofobia, que no es otra cosa que el miedo a toda clase de insectos.

Sin embargo, existen ciertas fobias que “conviven” con nosotros y, por su naturaleza poco común, no solemos advertirlas. Hay que quienes sienten miedo al amor, por más absurdo que suene esto. Se llama filofobia y tiene por norma general de quien la sufre, elegir relaciones imposibles donde nunca podrá llegar a enamorarse.

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Otro temor poco común es por ejemplo la urofobia o temor a orinar, que abarca también el temor a orinarse encima y quienes padecen esta fobia tiene problemas para usar cuartos de baño, sobre todo cuando ha sido utilizado por otras personas.

La siguiente lista detalla temores tan insólitos como el miedo a la risa, a los papeles o dormir. Muchos de estos conviven con nosotros y no los vemos.

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