Fue a principio de 2012 cuando al peruano, médico forense de Aviación lo llamaron de la NASA para ofrecerle ser parte de “Mars One”, un proyecto de origen holandés que pretende colonizar Marte.

El proyecto tiene el objetivo de enviar a un número limitado de personas para que ellos mismos monten lo que será su futuro hábitat y puedan explorar el planeta rojo. Una travesía que despegará en 2022 para llegar a destino en 2023, luego de ocho meses de expedición. Un viaje sin retorno. Literalmente.

Ormeño, que posee un postgrado en Medicina de Aviación de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, y se lo* estuvo pensando unos días hasta que finalmente dijo que sí*.

“Las personas comenzarán a ser preparadas no sólo en la parte física, sino también en la parte técnica de cómo mantenerse con vida con aparatos e instrumentos”, detalla Ormeño, y precisa que a los participantes se les darán todas las herramientas para que puedan desenvolverse en el planeta rojo.

En 2015 las personas seleccionadas, que a cálculo de Ormeño deberían ser unas 50, van a estar contratadas por ‘Mars One’, estarán viviendo en Estados Unidos y pasarán un tiempo en completo aislamiento, simulando lo que será su vida en unos meses más. Luego, los agruparán por personalidad y se irán enviando grupos de cuatro personas al espacio.

Riesgos en esta iniciativa hay muchos, por eso Ormeño ha quedado impactado por la gran convocatoria que ha tenido la iniciativa. “Me llama bastante la atención, me sorprende, porque no pensé que iba a tener tanta recepción; no pensaba que generaría tanto interés un proyecto que ponga en peligro la vida de uno y no de garantias”, confiesa.

Si bien existen muchos temores y dudas, varios cabos se irán atando en el camino, pero lo que sí ya está definido de antemano es que los participantes podrán salir a explorar Marte. Estos nuevos “martícolas” tendrán nada menos que el planeta rojo como patio trasero, donde podrán literalmente jugar a ser astronautas y crear lo que podría llegar a ser una nueva civilización.

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