El empresario de origen peruano Peter Denis Daly, quien tuvo el ticket número 113055 y tenía como cabina E17, abordó el lujoso Titanic el miércoles 10 abril de 1912 en el puerto inglés de Southampton.

Según la revista ‘Caretas’, hijo de madre limeña, nieto de abuela arequipeña y heredero de una fuerte devoción familiar a la Virgen del Perpetuo Socorro, Daly lograría sobrevivir, precisamente, aferrado a una estampa de dicha santa.

Como señala su tataranieto Domingo García Belaunde: “Este no era un señor inglés que apareció por el Perú, se enamoró de una peruana y tuvo un montón de hijos”. Asimismo, fue nieto de Melchor Charon, uno de los fundadores de la Maison de Santé y pionero de traer a Lima el alumbrado público a gas.

Con 51 años, el acaudalado hombre de negocios nacido en la localidad inglesa de Liscard, había abordado el Titanic con la intención de hacer una escala en Nueva York para visitar al mayor de sus hijos afincado allí. Su historia sería incluida en el exitoso libro de no ficción “A nigth to remenber”, del escritor Walter Lord, donde se narra los último minutos del desastre marítimo.

El autor cuenta los momentos angustiosos de Daly cuando una mujer, ante la inminencia del hundimiento, le pide que la salve, a lo que Daly solo atinaría a responder: “Solo Dios puede salvarte ahora”, antes de lanzarla a bordo de un bote para un segundo después ser arrastrado él mismo fuera del barco por una inmensa ola.

Daly, que, en palabras de su nieta Elsi Daly de Saldías “enmudeció” luego de la tragedia, no solía hablar de esta, pero de lo poco que alguna vez contó recordaría siempre a aquellos músicos que tocaron sin desmayo hasta el final.

De las varias horas que pasó sufriendo las aguas gélidas aferrado a un bote en espera de ser rescatados, a Daly le quedaría para siempre un fuerte malestar en la piernas que recrudecería con cada invierno limeño y que lo llevaría a buscar alivio de las aguas termales. Él falleció el 24 de diciembre de 1932.