No es mucho más grande que un dedo y parece un residuo de una fábrica de electrónica, pero sus creadores creen que su computadora de 25 dólares podría ayudarle a una nueva generación a descubrir la programación. El programador británico David Braben y sus colegas develaron algo que se llama Raspberry Pi (“Frambuesa Pi”).

Es un equipo completo en una pequeña placa de circuito, compuesto por un procesador ARM, un puerto USB y una conexión HDMI. En un extremo, se le puede conectar un teclado y en el otro una pantalla, informó la web Contexto.com.ar.

El resultado es una computadora que funciona con el sistema operativo Linux, a un costo mínimo, y que, como los equipos para armar uno mismo de los años 70 y 80, podría alentar a los usuarios a jugar con las partes y a aprender un poco de programación.

Y es un anhelo de volver a días como esos lo que está impulsando a Braben y a otros entusiastas a convertir este prototipo incompleto en un producto que pueda ser entregado a todos los niños en el Reino Unido.

Ellos consideran que lo que los escolares aprenden hoy en día en las clases de tecnologías de la información y la comunicación los deja sin inspiración e ignorantes sobre cómo funcionan las computadoras.