Kenneth Robinson se ha convertido en uno de los hombres más envidiados de Texas después de haber comprado una mansión valorada en 330.000 dólares por la ridícula suma de 16 dólares.

¿Y cómo lo hizo? Esta gran pregunta tiene una simple respuesta: este hombre de mediana edad se aprovechó de una vieja ley estatal que permite reclamar la propiedad de una vivienda abandonada si sus dueños no se oponen.

Según informan medios locales, los propietarios originales de la casa la abandonaron cuando fue embargada por el el banco, entidad que poco después quebró por las deudas. Por lo que parece que nadie pudo reclamar la propiedad de esta lujosa casa de dos plantas, con jardín y piscina.

Tras meses de investigación, Robinson descubrió que la vivienda llevaba más de un año abandonada y decidió hacer uso de dicha ley, pagando una cuota de 16 dólares a una corte local de Texas, quien le otorgó el derecho a ocupar la mansión.

Sin embargo, los vecinos no recibieron de buena gana al nuevo inquilino y llamaron a la Policía para que lo desalojaran, aunque los agentes no pudieron hacer nada ya que el hombre entró con sus propias llaves y un documento judicial.

Sin embargo y según la misma ley, el texano, divorciado dos veces, con seis hijos y dos nietos, no tendrá el título de propiedad de la vivienda hasta que no haya vivido en ella de manera continua durante al menos tres años.