En el futuro, los seres humanos podríamos tener cambios físicos radicales, ya sea por evolución o introducidos artificialmente, dependiendo de las realidades que se presenten.

Matthew Skinner, antropólogo de la Universidad de Kent, en el Reino Unido examinó dichos cambios.

Vida en el mar

En primer lugar, si el nivel del océano se elevara, los humanos desarrollarían manos palmeadas. Además, tendrían branquias artificiales para poder extraer el oxígeno del agua. De ese modo, los pulmones ya no serán tan necesarios y el tórax se reduciría.

También evolucionarían los ojos para ver mejor bajo el agua. En la retina habría una capa adicional, como en el caso de los gatos, que ven bastante bien con muy poca luz. También podríamos tener un párpado transparente para proteger los ojos del agua. Finalmente, habría más grasa corporal adicional.

En una nueva era de hielo

De otro lado, de acuerdo a Skinner, si el planeta se cubriera de hielo y escasearan los recursos, el cerebro ya no sería tan necesario. Los humanos seríamos más altos y corpulentos, y nos volveríamos más blancos porque la piel pálida es capaz de obtener vitamina D cuando hace menos sol, y presentaríamos más vello corporal como defensa frente al frío. Las narices y los cráneos aumentarían de tamaño para poder calentar mejor el aire inspirado.

En otros planetas

Finalmente, existe el caso en el que los humanos podríamos vivir en planetas con condiciones gravitacionales diferentes a las de la Tierra. Si no necesitásemos protegernos de los enemigos naturales, el tamaño corporal se reducirá considerablemente.

En los planetas con menos gravitación sería menos necesario caminar, por lo que los humanos podrían desarrollar piernas más cortas y brazos más largos. Además, podríamos empezar a usar nuestros pies para agarrar los objetos, por lo que sería altamente probable que el dedo pulgar se separe del resto de dedos, como así ocurre en las manos.

Finalmente, los humanos quizás lleguen a alimentarse a través de pajitas, por lo que no necesitarían de los dientes y los perderían. Además, las bocas, las mandíbulas y las caras también se reducirían.

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