El estudio, publicado en el último número de la revista Nature, aporta una nueva perspectiva sobre la riqueza y diversidad de la vida bajo la superficie del planeta.

La biosfera bajo la corteza terrestre alcanza profundidades de hasta tres kilómetros, y alberga una amplia variedad de organismos unicelulares.

Hasta ahora, sin embargo, los científicos pensaban que las criaturas multicelulares no podían vivir en ese ambiente debido a las altas temperaturas, la falta de oxígeno y de espacio que se dan en las grandes profundidades.

El equipo del geólogo de la universidad de Princeton (Estados Unidos) Tullis Onstott ha detectado diversos gusanos nemátodos, incluida una especie desconocida hasta ahora (llamada “Halicephalobus mephisto”), entre 0,9 y 3,6 kilómetros por debajo de la superficie, en una grieta formada por el agua en el interior de una mina.

Esas criaturas, que miden alrededor de medio milímetro, soportan altas temperaturas, se reproducen de manera asexuada y se alimentan preferentemente de bacterias.

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