El trabajador, apellidado Yuan, no se percató de que su propio ordenador, en el que creía ver en privado la cinta erótica mientras reparaba la pantalla de la estación, estaba conectado a la televisión pública, publica el diario oficial ‘Global Times’.

Su despiste pilló desprevenidos a los cientos de pasajeros que se congregaban en la estación para coger su tren, a quienes Yuan proyectó inocentemente las primeras escenas de “La Leyenda Prohibida: Sexo y Palillos”.

Diez minutos después, y tras unas cuantas tomas “subidas” de tono, la compañía propietaria de la pantalla le llamó la atención para que desconectara el ordenador del aparato, a lo que el trabajador, sobresaltado, reaccionó tirando incluso el disco por una ventana.

Pese a la aflicción de Yuan y a su espontánea reacción por lo provocado, la prensa oficial apunta que la Policía ha iniciado una investigación al respecto, y el trabajador podría enfrentarse a una pena de hasta dos años de cárcel.

Además, la película, basada en el clásico de la literatura erótica china “La ciruela en el jarrón de oro”, que narra las peripecias del donjuán y corrupto Ximen Qing, miembro de la dinastía Song del siglo XII, está prohibida en China.

Fuente: EFE