Los padres del pequeño Xiao Feng, de dos años, notaron cómo el estómago de su hijo comenzaba a dilatarse causándole incluso problemas respiratorios.
Al llegar al hospital de Huaxi los doctores le realizaron unas radiografías y resonancias con las que llegaron a descubrir que el bebé tenía en su interior un feto que no había llegado a desarrollarse del todo.
Los doctores tuvieron que intervenirle para sacar lo que habría sido su hermano gemelo, si hubiese llegado a desarrollarse completamente.
El feto que sacaron del cuerpo de Feng medía 20 centímetros y tenía la columna vertebral y las extremidades completamente formadas.
Fuente: ABC.es