El bote salvavidas en el que se refugió la peruana Erika Soria Molina (25), tras el naufragio del crucero Costa Concordia frente a la isla de Giglio, en Italia, se volcó por el exceso de personas que subieron para salvar sus vidas, informó su hermano Manuel Soria.

En declaraciones a RPP, el familiar de la compatriota que trabajaba como camarera en el barco, indicó que Alexander Paredes, otro tripulante peruano, dijo haber visto por última vez a Erika ayudando hasta el último momento a los pasajeros a subir a los botes salvavidas.

Según la versión de Paredes, la joven cusqueña portaba un chaleco salvavidas, pero cuando la lancha se llenó de gente, pues habían muy pocas, esta se volcó y perdió de vista a Erika, quien sigue desaparecida hasta el momento.

Por su parte, Manuel Soria niega que su hermana no sepa nadar, como se había informado, por lo que aún tienen esperanzas de que esté con vida.