La búsqueda para incorporar trabajadores en diversos sectores del Perú se vuelve cada vez más difícil. Para el 2023, de acuerdo con la Encuesta Global sobre Escasez de Talento, elaborada por Manpower Group, se estimó que el 70% de las empresas experimentaría dificultades para conseguir trabajadores con las habilidades requeridas. Uno de los campos que más déficit de profesionales presenta es el de Tecnologías de la Información (TI). De hecho, según Cisco, Perú tiene un déficit de 17 mil profesionales de este rubro y, hacia el 2024, se requerirán al menos 410 mil de estos especialistas entre Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, de acuerdo con la Secretaría de la Comunidad Andina.

“La escasez de candidatos disponibles y la necesidad del mercado por contar con ellos persiste. Esto hace más difícil la incorporación de personal capacitado y especializado a las organizaciones, sobre todo, en especialistas relacionados a las TI. La demanda en profesionales de ciberseguridad, análisis de datos, desarrollo de programas, entre otros, es altísima”, precisó Guillermo Sánchez, director general de la Escuela de Educación Superior Certus. En ese sentido, agregó que el mismo panorama se evidencia en la brecha de profesionales para banca y administración.

Por tal motivo, el académico de Certus consideró importante que, desde diversos sectores como el público y el privado, se impulse la vocación y la formación orientada a las carreras con mayor demanda y, así, se generen mayores oportunidades de crecimiento profesional para los interesados.

De igual manera, señaló a las escuelas de educación superior en el Perú como alternativa de acceso a formación especializada, actualizada y con los perfiles adecuados a la demanda laboral nacional. “Los jóvenes pueden acceder al grado de bachiller equivalente al de una universidad en cuatro años, una ventaja de tiempo que permitirá sumarse a la fuerza laboral con mayor rapidez”, destacó Sánchez.

A ello se sumaría la menor inversión en matrícula y gastos relacionados, pues las escuelas superiores ofrecen becas y financiamiento que ayudan a los estudiantes a cubrir sus estudios. Además, el relacionamiento continuo con empresas de diversos sectores facilita la oportunidad de su incorporación al mundo laboral a través de las bolsas de trabajo disponibles.

“La educación superior tiene una visión de formación progresiva y flexible, capaz de respaldar a los jóvenes estudiantes en su paso laboral y contribuir con el aumento de la adecuada empleabilidad en el país. Por ello, deben contemplarse y potenciarse alternativas de formación profesional diferentes a las tradicionales”, finalizó.