El colmo. La Policía de Trujillo descubrió que un adolescente de 13 años de edad era utilizado por extorsionadores para cobrarle cupos a sus víctimas.

El menor, que trabajaba lavando carros en la vía pública, confesó que Saúl Mendoza, un extorsionador que se hacía pasar por taxista, le ofreció 20 soles para cobrarle un cupo a un comerciante de abarrotes.

Se supo que Mendoza tenía amenazado al comerciante y le había exigido un pago de 20 mil soles para no dañarle su local.