. El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Semana Santa de Catacaos, del distrito del mismo nombre, provincia y departamento de , por tratarse de una festividad que condensa el fervor religioso con el relato histórico y la reivindicación étnica.

Mediante una Resolución Viceministerial publicada en el Diario Oficial El Peruano, se establece que esta tradicional celebración configura un universo cultural por medio del cual la población cataquense expresa su devoción católica, su herencia prehispánica y su afirmación de tallanidad como símbolos de orgullo e identidad.

La Semana Santa de Catacaos inicia el Viernes de Dolores, a cargo de la Cofradía de Devoción de la Virgen Dolorosa de la Soledad. Estas inician con la reunión de los miembros de la cofradía en casa de su procurador, desplazándose al Templo San Juan Bautista de Catacaos para celebrar la misa en honor a la imagen de María Dolorosa de la Soledad, acompañados por una banda de músicos.

La imagen ha sido vestida de luto, adornada con joyas de oro y plata, y colocada sobre su anda. Tras la misa, es sacada en procesión, pasando frente al Palacio Municipal para luego quedarse en el local de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro. Desde aquí será sacada nuevamente en procesión por la tarde para el Vía Crucis a cargo de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro, culminando con su retorno al templo.

Al día siguiente por la mañana, un grupo de miembros de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro se reúne en la Plaza de Armas de Catacaos, portando machetes y escaleras, para dirigirse a la parcela de una familia del distrito de Cura Mori, de la cual extraerán las palmeras a usar durante el Domingo de Ramos.

Estas son proporcionas gratuitamente como parte de una promesa realizada por los dueños de la parcela, y son distribuidas entre las capillas desde las que partirán los recorridos procesionales del domingo, así como para el decorado del templo San Juan Bautista de Catacaos.

Durante el Domingo de Ramos se desarrollan dos liturgias, por la mañana y por la tarde, consistentes en la concentración para la Bendición de Palmas en distintas locaciones, y el posterior desplazamiento al Templo San Juan Bautista de Catacaos para celebrar la misa. En ambas liturgias se hacen presentes los miembros de las cofradías, incluyendo al Doliente y al Depositario, junto a los feligreses.

La liturgia de la mañana comienza con la concentración de asistentes en la Capilla Virgen de las Mercedes del barrio Pueblo Nuevo. La liturgia de la tarde se da en la Capilla San Miguel Arcángel del sector Monte Sullón, desde la que parte la Procesión del Señor Triunfante o Señor de Ramos, cuya imagen es trasladada sobre el lomo de una burrita blanca. Estas actividades son coordinadas por la Sociedad del Señor de Ramos, que hacia la década de 1980 todavía se mantenía como cofradía.

Los días posteriores siguen un patrón similar, evocando diferentes pasajes de la Pasión de Jesús y celebrando a una imagen distinta. El Lunes Santo se recuerda el regreso de Jesús a Jerusalén y la expulsión de los mercaderes del templo, siendo dedicado el día a celebrar la imagen del Señor Cautivo. Al menos hasta la década de 1980 era la Cofradía de Devoción del Señor Cautivo la que se hacía cargo.

El Martes Santo se evoca la despedida de Jesús de Jerusalén, quien parte a Betania seguido de sus discípulos a quienes anuncia su muerte. Las celebraciones de este día, a cargo de la Hermandad de Nuestro Señor del Prehendimiento, se dedican al Señor del Prehedimiento. El Miércoles Santo se recuerda a Jesús en Betania y la pronta traición de Judas. La festividad de este día se dedica al Señor Jesús Nazareno, a cargo de la Sociedad de Jesús Nazareno y la Sociedad de Damas de Santa Verónica.

Jueves y Viernes Santo

El Jueves Santo y el Viernes Santo son los días principales de la Semana Santa de Catacaos. En el Jueves Santo se recuerda la última cena y la negación de Pedro, estando las celebraciones de ese día dedicadas al Santísimo y a cargo de la Cofradía Jurada del Santísimo Sacramento.

El Viernes Santo se revive la muerte de Jesús en la Cruz; siendo conducidas las actividades de ese día por la Cofradía Jurada del Santo Cristo y centradas alrededor del Cristo Yacente. Durante estas fechas se vuelven especialmente relevantes las figuras del Depositario y el Doliente, así como la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo.

Fuente: Andina