La empresa estatal descartó que exista peligro de contaminación del río Marañón y de sus afluentes por un derrame de petróleo ocurrido en la Amazonía peruana el 25 de enero tras una fuga en el Oleoducto Norperuano, según un comunicado remitido por la compañía.

El presidente de Petroperú, Germán Velásquez, aseguró que la empresa activó de inmediato su plan de contingencia tras supervisar el viernes las labores de recolección del crudo en el lugar del incidente, situado en el municipio de Villa Hermosa, ubicado en la provincia de Imaza, perteneciente a la región Amazonas.

“He verificado que se estén llevando a cabo las labores de reparación de la avería mediante un proceso tecnológico especializado y sistematizado que tiene en cuenta lo agreste de la zona y las adversas condiciones climáticas que se registran”, acotó.

Velásquez rechazó las denuncias de organizaciones locales como la Organización Regional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Norte de Perú (ORPIAN-P) que esta semana reportaron la presencia niños y de menores de edad en las labores de recolección del petróleo.

“Descarto totalmente la presencia o la contratación de niños en las labores de remediación. Personalmente he estado en la zona y puedo asegurar que Petroperú no utiliza a menores de edad en ningún tipo de labor”, enfatizó.

El presidente de Petroperú indicó que la empresa verificó de manera documental y en coordinación con las autoridades comunales que todas las personas contratadas para estas tareas son mayores de edad y que el personal contratado es de la zona.

El presidente de la ORPIAN-P, Edwin Montenegro, aseguró el viernes a Efe que el crudo había alcanzado el río Chiriaco y también había llegado al Marañón, río que forma el Amazonas al unirse con el Ucayali.

La federación indígena cuantifica el derrame en alrededor de 2.000 barriles de petróleo y aseguran que el crudo se extendió por las corrientes fluviales porque las lluvias caídas en los últimos días rebasaron las barreras que contenían el hidrocarburo.

La ORPIAN-P denunció esta semana a Petroperú ante el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) bajo la acusación de no brindar un mantenimiento adecuado al oleoducto y de no actuar con celeridad ante la emergencia.

Una primera evaluación de la OEFA realizada después de que Petroperú lograra tapar la fuga al tercer día de producirse esta indicó que el derrame había alcanzado cultivos aledaños de cacao y que el crudo se extendía a lo largo de 3,5 kilómetros del riachuelo Inayo, cuyas aguas desembocan en el Chiriaco.

Petroperú había informado en un primer comunicado difundido el 27 de enero que “el hidrocarburo no ha afectado a ningún río ni vía de agua de la zona, encontrándose totalmente confinado”.

La compañía explicó que el hecho se produjo por un desplazamiento de terreno, por tratarse de una zona con pendiente pronunciada, húmeda y con tendencia a la saturación de agua de lluvia.

Fuente: EFE