. Piero Ojeda Espinoza y su pequeño hijo de iniciales D.O., de apenas 4 años, estaban abrazados cuando fueron encontrados por los rescatistas entre los escombros del bus que cayó en .

Piero Ojeda Espinoza y su hijo fueron velados juntos y luego cremados en el Centro Funerario Jardines de la Paz de Lurín.

Viajaban a Lima porque el pequeño iba a quedarse con su madre luego del Año Nuevo.

“La vida me ha quitado a lo que más quiero, mi hijo y mi nieto. No es justo. Por qué Dios me castiga con esto, qué daño he hecho. Los quiero de nuevo acá conmigo”, señaló la abuela del pequeño.

Al menos 40 rescatistas de la Policía Nacional, 120 miembros del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú y 60 infantes de la Marina de Guerra se desplegaron para rescatar los cuerpos.

Como se recuerda, al menos 52 personas murieron por la caída de un bus de la empresa San Martín de Porres a un abismo de 100 metros de profundidad en el serpentín de Pasamayo.