Al sentir que sus demandas sociales no han sido correspondidas por el Legislativo, los trabajadores del sector agroindustrial al conocerse que el Congreso no llegó a un consenso para impulsar la promulgación del un nuevo régimen laboral para dicho rubro de la producción agraria.

La segunda ola de protestas campesinas se desató luego que el pleno del Parlamento rechazara este domingo la aprobación de la nueva ley agraria y decidiera que el proyecto del régimen laboral para el sector regresara a la Comisión de Economía.

Con 56 votos a favor, 46 en contra y 9 abstenciones, los parlamentarios aprobaron la cuestión previa del legislador Anthony Novoa para que el proyecto tenga un nuevo estudio, que será presentado en el plazo de una semana.

La falta de acuerdo en el Legislativo suscitó de nuevo el malestar en los agricultores, quienes desde este lunes bloquean la carretera Panamericana Sur, a la altura de la región de Ica, y la Panamericana Norte, en la zona de Virú, en La Libertad.

	Los protestan aseguran que mantendrán el paro hasta que se derogue la vigente legislación laboral. (Foto: EFE)
Los protestan aseguran que mantendrán el paro hasta que se derogue la vigente legislación laboral. (Foto: EFE)

Breve y agridulce victoria campesina

A inicios de diciembre, los trabajadores de las empresas agroindustriales y agroexportadoras bloquearon durante cinco días la principal vía terrestre del país para exigir mejores condiciones laborales y el fin de un régimen de trabajo que consideran “de explotación”.

Las protestas se iniciaron en la región Ica y luego fueron replicadas en La Libertad, al norte, donde miles de campesinos suspendieron sus labores y bloquearon la carretera Panamericana con piedras, objetos y neumáticos.

Los agricultores sorprendieron al país con los duros relatos de su labor, destinada a la recolección de preciados productos en el mercado global como arándanos, espárragos o alcachofas.

El cuarto día de bloqueos se saldó con la muerte de un trabajador agrario de 20 años en Libertad, durante enfrentamientos entre agentes antidisturbios y cientos de manifestantes.

Ante las masivas protestas, el pasado 4 de diciembre, el Congreso decidió derogar la polémica Ley de Promoción Agraria, con 114 votos a favor, 2 en contra y 7 abstenciones, y así cesaron los bloqueos.

	Congreso no llegó a consenso para promulgar nuevo régimen laboral agrario. (Foto: EFE)
Congreso no llegó a consenso para promulgar nuevo régimen laboral agrario. (Foto: EFE)

El dictamen, que se elaboró como una propuesta consensuada de las comisiones legislativas Agraria y de Economía, planteó la derogación de la norma y la creación de una comisión especial que en un plazo de 15 días debía proponer una nueva ley “con justicia social”.

Sin embargo, ante la decisión de este domingo del Legislativo, los trabajadores han vuelto a tomar los paros y bloqueos en la principal vía terrestre del país.

La antigua ley agraria

El mayor reclamo de los peones de la agroindustria era la derogación de la Ley de Promoción Agraria, una norma vigente desde el año 2000, que se diseñó con la idea de que fuera algo temporal y que fue prorrogada en 2019, durante el gobierno del ex presidente Martín Vizcarra, hasta finales de 2031.

La norma establecía un régimen laboral específico para los agricultores que trabajan de forma estacional, así como beneficios fiscales a las empresas que se dedican a un negocio que ha multiplicado sus ingresos de apenas unos cientos de millones de dólares en 2000 a cerca de 6.000 millones en la actualidad.

La referida norma decretaba que la remuneración mínima diaria de los trabajadores agroindustriales era de 39,19 soles (11 dólares) siempre que éstos cumplieran con un mínimo de 4 horas, aunque no se especificaba un horario máximo de trabajo.

	En la actualidad, los agricultores de la agroexportación e industrial ganan 11 dólares diarios y no cuentan con beneficios laborales. (Foto: EFE)
En la actualidad, los agricultores de la agroexportación e industrial ganan 11 dólares diarios y no cuentan con beneficios laborales. (Foto: EFE)

El principal lamento de los agricultores era justamente que esta ley permitía que las empresas les otorgasen sueldos menores por largas jornadas de trabajo.

La norma permitía, además, que las contrataciones se hicieran a través de empresas de trabajo temporal (“services”, en Perú), quienes se quedan un elevado porcentaje del salario de los peones.

Con información de Efe