Una iracunda mujer golpeó con una palo de madera a un fotógrafo, a quien acusó de tomarle fotografías íntimas sin su consentimiento.

Ella lo buscaba por varios días luego de ver sus imágenes publicadas en un medio local. Para su suerte, logró ubicarlo en la Plaza de Armas de Jaén. Ahí lo golpeó sin piedad.

En su defensa, Jorge Ramos dijo que la había confundido con la esposa de uno de sus clientes, a quien tenía que vigilar.