La furia del no se frena con nada. Hace una semana varios kilómetros de la Carretera Central, ubicados a la altura de Matucana, fueron afectados por el desborde del río Rímac, dejando varados a miles de vehículos que se dirigían de Lima al centro del país.

Al desborde se sumó una serie de caídas de huaicos. Las imágenes que captaron las cámaras de equipos de prensa destacadas al lugar eran terribles. La que más impactó: un camión siendo devorado por las aguas.

Esta escena se repitió en decenas de vehículos pesados que quedaron varados por el deslizamiento de tierra y que, prácticamente, desaparecieron debajo de la corriente de las aguas sin que sus dueños pudieran hacer algo para evitarlo.

Algunos conductores afectados pidieron apoyo para recuperar sus unidades, aunque saben que es probable que, de lograrlo, solo serán más que chatarra.

La furia de El Niño ha empezado a explotar en nuestro país. En departamentos del norte se viven temperaturas sobre los 35 grados y lluvias de doce horas, mientras que en el centro hay friaje.