Se trataba de dinero incautado a una pareja de esposos puneños que llevaban consigo a escondidas 82 mil soles de una venta de oro que hicieron en Bolivia y que luego fueron ingresados a Perú sin una declaración ante la administración tributaria.

Sin embargo, antes de que la Fiscalía llegara al lugar, la mitad de los 82 mil soles confiscados desaparecieron. Las autoridades descubrieron a dos suboficiales de la Policía Nacional con 34 mil soles en su poder.

A la hora de buscar responsables, todos señalaron a su jefa, la hoy teniente en retiro de la Policía, Sidley Miranda. Al momento de juzgarla, nadie tomó en cuenta que fue ella quien llamó a la Fiscalía para reportar la incautación.

Ella, quien está presa en el Penal de Mujeres de Lampa, siente que la Policía Nacional le dio la espalda. Además, no le hallaron dinero en ese entonces. Uno de sus subalternos responsable de extraer el dinero de forma ilegal responsabilizó a Miranda de haberlo presionado para que cometa dicho delito.

Sin embargo, un video fiscal demostró la responsabilidad de los subalternos de la teniente.