La Defensoría del Pueblo, a través de un pronunciamiento, pidió con firmeza que la violencia en el conflicto social de Cajamarca cese de inmediato, pues se está generando muerte y destrucción que afectan a todos los peruanos.

Asimismo, solicitó que tanto las autoridades del Gobierno Regional, los dirigentes sociales y el Gobierno Central, propicien condiciones para el diálogo y poner en marcha una ronda de conversaciones constructiva y de buena fe.

Este diálogo debe comprender la complejidad del problema, sopesar con responsabilidad los valores en juego y buscar puntos de coincidencia que permitan arribar a la adopción de acuerdos.

“Es necesario que todos actuemos con lucidez, buscando, en todo momento, proteger la vida, la integridad y la tranquilidad de las personas”, manifestó.

La Defensoría consideró que para cumplir este objetivo, que debe unir a todos los peruanos, es necesario contar con mediadores calificados, como el padre Gastón Garatea, para que puedan facilitar el diálogo en Cajamarca.

“La Defensoría del Pueblo reafirma su plena disposición a colaborar con el restablecimiento de canales de diálogo y una solución pacífica a este conflicto”, añadió.