La *complicada geografía de los Andes peruanos, así como las características físicas de sus pobladores, nacidos sobre los 2.000 metros de altitud, han coincidido para impedir el avance del * en estas regiones, según reveló el que identifica por dónde se mueve el virus.

Con más de casos de la enfermedad en Perú, registrados desde marzo último, el mayor porcentaje de estos se encuentran en las ciudades de la costa, como Lima y el Callao, y de la selva amazónica, como Pucallpa e Iquitos.

Sin embargo, existen al menos once regiones, de las 25 que tiene el país, que registran menos de 200 casos por cada 100.000 habitantes, lo que las ubica en el nivel más “frío” del Mapa del Calor, creado por el seguro social Essalud, para monitorear el avance de los contagios.

Afortunadamente para nuestro país tenemos varias regiones en las zonas altoandinas y ahí no se está evidenciando mucha afectación a los pobladores”, explicó a Efe el jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de Essalud, Dante Cersso.

Vemos el caso de Puno, Cusco, Apurímac, Ayacucho y Huancavelica, donde hay una cantidad menor a 200 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes”, acotó Cersso al mostrar el mapa elaborado con base en los casos positivos y sus direcciones, consignadas en el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec).

Las andinas Huancavelica, Apurímac, Cusco, Moquegua, Cajamarca y Ayacucho tenían en conjunto 22 fallecidos por el coronavirus de un total de 4.634 muertos a nivel nacional, según las cifras registradas hasta este lunes.

Mayor Oxigenación en las Alturas

El especialista de Essalud aseguró que “_en estas regiones hay unas condiciones que favorecen la recuperación de las personas y que también dificultan la propagación del virus. _”

Vivir en zonas de altura obliga a que el cuerpo tenga una mejor oxigenación y recordemos que el virus está afectando básicamente a las vías respiratorias, aparentemente eso está facilitando que se recuperen y que no hayan tantos contagios”, afirmó.

Asimismo, debido a la extensión de la geografía altoandina, la dificultad de acceso y a la disposición de los poblados, “la gente vive más alejada, no es como en el caso de Lima donde ha habido un mayor crecimiento vertical de la ciudad”, anotó Cersso.

De acuerdo con el experto, esta situación coincide con otras zonas con una altura mayor a los 2.000 metros sobre el nivel del mar, como en la vecina Bolivia y otros casos vistos en Europa, donde no se registran tantos infectados.

La geografía de estos lugares es lo que facilita el distanciamiento y origina que el virus no encuentre las condiciones para propagarse de manera muy rápida”, remarcó.

Hacinamiento favorece contagios

A diferencia de las características de esas regiones andinas, Cersso señaló que en los centros urbanos de Perú, “en donde hay más actividad comercial, donde la gente se está desplazando más en transporte público, y donde hay mayor nivel de hacinamiento en las viviendas, tugurización, se va a favorecer la propagación del virus.

Lima, con cerca de diez millones de habitantes, el Callao y Ucayali son las tres principales regiones donde se registran más casos y luego le siguen las norteñas Lambayeque, Piura, Tumbes, Áncash y la sureña Ica.

Por ese motivo, Lima, el Callao y Ucayali aparecen teñidas de rojo en el Mapa de Calor al presentar entre 800 y 1.250 contagios por cada 100.000 habitantes.

El primer caso de COVID-19 en Perú se presentó en Lima, en uno de los distritos más acomodados de la urbe, y luego todos los que llegaron al país movilizados por viajeros que estuvieron en Europa y Asia a inicios de este año.

Virus se extiende en asentamientos

La epidemia fue avanzando luego hacia distritos más populosos donde “hay importantes números de asentamientos humanos, en las faldas de los cerros hay mucha gente, y se dan todas las condiciones para que el virus se propague”, afirmó Cersso.

En estas zonas tugurizadas de la ciudad, recordó, hay “aglomeración de personas en una vivienda, en una pequeña área pueden habitar diez personas”, y también faltan servicios como el agua y el desagüe, básicos para una higiene que mantenga la enfermedad a raya.

Contagio en la Amazonía

En el caso de la selvática Ucayali, según Cersso, hay factores climáticos que ‘dificultan que la gente permanezca en sus casas’, por el intenso calor, además de que por el bajo nivel adquisitivo no cuentan con una refrigeradora que les permita comprar alimentos para más de una semana.

Una de cada cinco personas cuenta con refrigerador. A las demás es imposible pedirles que hagan las compras para una semana porque no lo van a poder hacer”, enfatizó.

Después de la amazónica Iquitos ha sido Pucallpa, la capital de Ucayali, el foco de los contagios en la selva peruana, pero tras el refuerzo con médicos y suministros de emergencia enviados esta semana, Essalud estima que se empezará a registrar un retroceso en los contagios durante las próximas dos semanas.

Con información de EFE