Disfrutar unas horas más de una fiesta patronal le costó caro. Dalila Camacho llora y se lamenta por haber dejado a su hija de siete años dentro de una mototaxi donde fue violada por un adolescente de 17 años.

El hecho ocurrió en el centro poblado de Pariamarca, en Canta, donde tras varias horas de fiesta, Camacho regresó a recoger a su hija y descubrió el ultraje.

La madre pidió ayuda y los vecinos del lugar lograron capturar al joven, a quien golpearon y encerraron dentro de una iglesia hasta que llegaron las autoridades.

La menor se recupera en el hospital regional mientras que el adolescente sería internado en un centro de readaptación juvenil.