Enfurecidos y armados con fierros y barrotes, las víctimas de Felipe Díaz Rojas esperaban su llegada a la sede del Ministerio Público para golpearlo por haberlos estafado.

Según narraron, Días Rojas se presentaba ante ellos como un próspero empresario y tras ganarse su confianza les pedía grandes sumas de dinero para iniciar negocios.

Una de sus víctimas le entregó varios artículos de minería y recibió a cambio un cheque sin fondos firmado por más de 100 mil soles.