La mujer que vive en uno de los cerros más abandonados de Villa María del Triunfo, indicó que se someterá a la prueba de ADN para poder ayudar a disminuir la pena de su hijo, por el asesinato de la empresaria María Rosa Castillo.

García vive en una casa prefabricada y se dedica a la venta de comida ambulante, para mantener a sus otros 4 hijos.

La madre del parricida confesó que había decidido entregar a su hijo, porque ya tenía otros dos hijos pequeños cuando nació Arenas, y no tenía ni casa ni comida, según informó América Noticias.

Asimismo indicó que conoció a la familia adoptiva de su hijo, cuando iba a lavar ropa a su casa.