En diciembre se combina el clima festivo con los balances, un ejercicio que siempre requiere un esfuerzo extra y que para cualquier persona puede ser doloroso en cuanto evalúa si tomó o no las decisiones adecuadas.

Y ese estrés deja secuelas. No sólo impide a algunos disfrutar de sus vacaciones sino que las consultas médicas crecen por síntomas como tristeza, ira, tensión y trastornos del sueño, así como por dolores de espalda y de cabeza e hipertensión.

Al respecto, el psicólogo Harry Campos indicó que para evitar el estrés uno debe tomar las cosas con optimismo y sentido del humor. También aseguró que se pueden planificar cosas que uno no hizo.

“Debe darse cuenta que es un tiempo de fin (cosas que quedaron pendiente) y de renacimiento (cosas que se pueden hacer y planificar para el próximo año)”, expresó en América Directo de Infobae.com.

Por su parte, su colega Javiera de la Plaza recomendó hacer un recuento de las cosas que se han hecho en el 2012, no olvidando las cosas buenas y los pendientes para el próximo año.

“Es importante mantener expectativas esperanzadoras y ser realistas”, dijo al recomendar mirarse a uno mismo con sentido del humor y darse cuenta que a muchas personas también les puede pasar lo mismo.