La recientemente capturada Rosa Mía González Escoto llevaba una vida de lujos que solo el narcotráfico le brindaba.

Según la policía, dirigía junto a su pareja, el ciudadano colombiano Gino Tello, una gigantesca red que enviaba al exterior grandes cantidades de droga, que obtenía del Alto Huallaga.

Fue en una exclusiva vivienda de San Isidro donde finalmente su imperio de la droga quedó la descubierta. Según se puede apreciar en las imágenes su vida estaba llena de comodidades.

En unas imágenes se observa a la fiscalía antidrogas buscar en diferentes ambientes, donde además de dinero y tarjeta se encontró una caja fuerte, donde Rosa Mía ocultaba finísimas joyas y costosos relojes.