La llevaron a la fiscalía por tratar de envenenar a su esposo y a sus cuatro hijos con yogurt y veneno para roedores. Elizabeth Tarazona (34) preparó la pócima mortal y la dejó lista para que su esposo Manuel Pérez (56), después de trabajar como cocinero de una pollería, se la bebiera.

Listo su macabro plan, se fue de la casa, pero, según ella, no pensó que sus pequeños sintieran hambre y se tomaran casi todo el líquido de la botella.

Al llegar el padre, antes de ingresar al dormitorio, se tomó el resto del yogurt.

Cuando se estaban llevando a su esposo e hijos al hospital, aparece la madre. Los vecinos la entregan a la Policía Nacional. La mujer no tiene ni el más mínimo síntoma de arrepentimiento.

Una atención rápida en el hospital de Ventanilla les salvó la vida. Ella quedó detenida por el intento de quíntuple homicidio.