Chávez, de 52 años, no puede volar pero parece estar por todas partes en Lima: en mítines y discursos políticos, en una sesión fotográfica de la boda del afamado tenor Juan Diego Flórez o promocionando giras y vuelos para una agencia de viajes en la Plaza de Armas.

-*“¡Hola, Superman!”, le grita la gente. *“¡Hola, Superamigo!”, les responde.

Chávez se convirtió en superhéroe hace 15 años. “Me quedé sin trabajo, pero me di cuenta de que podía ser Superman. Me fui a un mercado y compré un polo (camisa) azul, y una prima que es costurera cosió la capa, las botas, el cinturón y el calzoncillo rojo”, contó a la agencia AP.

Desde entonces no le ha faltado trabajo. Un partido político incluso le ofreció postularlo al Congreso hace una década. El accedió, pero no ganó el escaño. Soltero y sin hijos, vive en una casa alquilada de un barrio pobre del centro de la ciudad.

Chávez dice que, dentro de sus posibilidades, trata de “ordenar la ciudad”. En 2002, señaló, recuperó una bolsa que un ladrón robó a una mujer. “Mi kriptonita es mi propia seguridad”, afirma.

En su juventud, a veces se vestía como Carlos Gardel, cuyos tangos le “atraviesan el alma”, o usaba una boina como la del revolucionario Ernesto “Che” Guevara. Pero Superman representó su boleto para obtener un empleo estable.

La crisis económica no le ha permitido comprarse una casa. “Gano unos 160 dólares mensuales, pero tengo la fortaleza de un superhombre”, afirmó. No tiene novia, pero cuando la tenga “quisiera hacer el amor en la luna”, agregó.