El pequeño Spartan se perdió de su hogar y terminó en las calles de Breña. Una familia lo acogió, pero lo tenía amarrado a un árbol en los exteriores de su casa hasta que alguien lo reclame.

El subteniente Carlos Rossel, de la compañía de bomberos del distrito, vio al cochorro en medio de la vía y, tras hablar con la familia, decidió buscarle una un lugar adecuado.

Luego de varios intentos, no encontró una casa para el can, por lo que el bombero pidió a sus superiores autorización para que se quede por una noche, mientras seguía buscando una familia para la mascota.

El pequeño animal se acostumbró y se ganó el cariño de los bomberos. Tuvo su primera salida a una emergencia en el distrito del Rímac.

El perrito fue bautizado como “Spartan” en honor a la primera máquina que subió para apagar un incendio.