Luego de tomar conocimiento de las denuncias de abusos sexuales dentro del (SVC), el Vaticano dio a conocer su sentencia en este caso a través de Alessandro Moroni Llabrés, superior general de dicha congregación.

El tomó la decisión de cerrar la casa de Roma donde vivía su fundador, , y lo trasladó a un lugar “más aislado y acorde” a los requerimientos que la Santa Sede ha pedido para continuar con sus investigaciones.

Por su parte, el Vaticano aprobó el nombramiento de monseñor Joseph William Tobin, actual arzobispo de Indianápolis, como delegado “ad nutum” del Sodalicio de Vida Cristiana.

Dicho delegado tendrá la atribución de aconsejar y sostener al Superior General y al gobierno del Sodalicio en el cumplimiento de todas sus competencias.

Asimismo, este delegado podrá valerse de un colaborador, a quien podrá delegar sus atribuciones, pudiendo participar con él en todas las sesiones del gobierno general del Sodalicio.

El delegado vaticano tendrá que ser siempre informado previamente por el superior general del orden del día y de todas las decisiones tomadas en las sesiones del Consejo Superior.

Al final de cada semestre el delegado deberá informar a la Santa Sede las decisiones, iniciativas y resultados del gobierno del Sodalicio en la vida comunitaria y fraternal, la pastoral vocacional y el discernimiento de los candidatos a la vida en el Sodalicio, la formación inicial y permanente, y la gestión de las obras apostólicas.

Mientras culmine la investigación en el Vaticano, el delegado guiará al gobierno del Sodalicio en las decisiones a adoptar en el caso de su fundador, . El delegado guiará también en la administración de los bienes de la congregación.