¡El colmo! Representantes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) y del Ministerio de Transporte descubrieron una antena de telefonía celular que operaba de forma clandestina en una casa ubicada en el lote 5 de la manzana A de la calle Taurina, exactamente frente a la cárcel más hacinado del Perú, el penal de Lurigancho.

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Las autoridades descubrieron que en el tercer piso de aquella vivienda, que tenía la forma de un torreón, también tenía ventanas dibujadas para que la antena pasara desapercibida por todos los vecinos y policías.

El informe del Ministerio de Transporte y el INPE indica que lo más grave de este descubrimiento es que la cobertura radioeléctrica de telefonía móvil es recibida con buena potencia en el penal, lugar desde donde salen la mayoría de llamadas extorsionadoras de la ciudad.