Angelo Miranda Bejarano, un joven comerciante, murió ante la fría mirada de decenas de transeúntes de la avenida Próceres de la Independencia, en San Juan de Lurigancho, el 21 de octubre el año pasado.

Él acudió a la discoteca El Refugio para celebrar el cumpleaños de su novia, pero una gresca al interior de este local, hizo que los vigilantes lo sacaran junto a un grupo de desconocidos, quienes al parecer quisieron robarle.

La pelea continuó afuera, pero Angelo intentó calmar a uno de los muchachos, cuando quiso retornar al local fue sorprendido por dos sujetos, uno de ellos le disparó a quema ropa.

El joven caminó por minutos por la avenida pidiendo ayuda, pero nadie quiso socorrerlo y finalmente se desvaneció.