El sacerdote Víctor Miranda, Coordinador de Vocaciones de los Jesuitas en el Perú, explicó con ejemplos cotidianos el significado de cada una de las últimas frases pronunciadas por Cristo antes de morir en la cruz.

“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Es una invitación a encontrar la humanidad en las personas que nos hacen daño. Nos propone perdonar a los que nos hacen algún mal por diferentes razones, dijo Miranda a la agencia Andina.

“Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Propone la esperanza en un lugar más allá de la muerte como cuentan las escrituras bíblicas. Nos invita a creer que en el final de la vida, uno podrá conocer finalmente a Dios.

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“He aquí a tu hijo: he aquí a tu madre”. Palabras que hacen referencia a temas que siguen vigentes. Jesús nos pide colocar a la mujer en un lugar importante en la sociedad y en la iglesia.

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Hay situaciones de dolor en las que de pronto pensamos que Dios no está. Estamos invitados a reconocer que es solamente un pensamiento porque Dios siempre está al lado nuestro.

“Tengo sed”. Es un recordatorio de la humanidad del Mesías y de Dios en sí. Jesús no es etéreo, es un humano con sed y con otras necesidades. Nos recuerda además la importancia del cuidado del cuerpo como parte de la creación.

“Todo está consumado” y “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Nos recuerdan el fin de las cosas y la existencia constante de Dios en nuestras vidas. Nos invita a darnos cuenta de que Dios acompaña nuestro caminar y que debemos poner nuestra vida en sus manos.

Fuente: Andina