Las huellas del brutal ataque eran más que evidentes dentro del vehículo, mientras que el arma del SO2 PNP Rogelio Llamoctanta quedó cerca al volante.

Su viuda, quien presenció todo, sostuvo que se trató de un asalto y que los delincuentes acribillaron a su esposo por negarse a que le robaran su moderna camioneta en la puerta de su vivienda en Santa Anita.

“El quiso sacar su revólver y ha querido defenderse, han forcejeado. Yo gritaba entrégale por favor, hasta que escuché dos disparos y se escaparon. Me tiré debajo del carro”, sostuvo Ana Berríos.

Según testigos, una mujer y tres hombres llegaron a bordo de dos vehículos acercándose a la camioneta para dispararle dos tiros, huyendo con rumbos desconocidos