Rosita Pino Ponce o Rosita Vílchez, la peruana más buscada por la justicia norteamericana, fue recluida durante la tarde del jueves en el establecimiento penitenciario de mujeres de Chorrillos, ex Santa Mónica.

Rosita Vílchez abandonó la carceleta del Palacio de Justicia e inmediatamente abordó un vehículo del INPE que la trasladó al referido recinto carcelario en medio de estrictas medidas de seguridad.

La detenida permanecerá en ese lugar a la espera que las autoridades peruanas se pronuncien frente a un eventual pedido de extradición que realice la justicia estadounidense para que sea juzgada en su país por los hechos que se le imputan.

La juez Betsy Munaico Gamarra ordenó la reclusión de Rosita Vílchez en un penal de la capital en atención a una orden de captura a nivel internacional que emitió en su contra la justicia estadounidense, que le investiga por presuntamente estafar a instituciones financieras y a posibles propietarios de viviendas al norte de Virginia, Estados Unidos, entre los años 2005 al 2007.