Con la presencia de unos 300 policías, la municipalidad de ejecutó el que operaban desde hace varias décadas en la incumpliendo las normas sanitarias, de higiene y seguridad.

La medida se efectuó, según explicaron voceros del municipio distrital, ante las quejas de los vecinos porque dichos puestos de venta atendían fuera de horario y en muchos casos como si fueran “discotecas”, lo que generaba inseguridad debido a la presencia de personas ebrias.

La intervención policial incluyó la presencia de la Policía Montada y un helicóptero que sobrevoló la zona para alertar a los efectivos sobre posibles agresiones por parte de los propietarios de los puestos, quienes protestaron por el retiro de los negocios.

El jefe de la Unidad de Servicios Especiales de la Policía, Gerber Ramos, detalló que también estuvieron presentes representantes del Ministerio Público, así como de la Gerencia de Fiscalización de la municipalidad de Punta Hermosa.

Según Ramos, los vendedores fueron advertidos de este desalojo y por eso se logró que muchos se retiren de forma voluntaria y pacífica. No obstante, un grupo que se oponía totalmente a la medida incendió algunos quioscos como medida de rechazo.

Tractores operados por personal de la municipalidad se encargaron de retirar los puestos de metal y madera, muchos de los cuales estaban en pésimas condiciones.

La playa El Silencio, ubicada a la altura del kilómetro 43 de la Panamericana Sur, estuvo por muchos años llena de restaurantes de comida marina.

Fuente: Agencia Andina