Esta medida está contemplada en el artículo 25 del reglamento de la Ley que Regula el Régimen Jurídico de Canes, la cual prohíbe el ingreso de los canes a piscinas, playas y algunos otros lugares públicos y de asistencia masiva.

Los perros al defecar u orinar contaminan la arena y el agua con agentes patógenos (bacterias, parásitos entre otros) que pueden transmitir males como la toxocariasis, leptospirosis, hidatidosis, giardiasis, ectoparásitos (hongos, pulgas, garrapatas y ácaros), entre otras, según indicó Ana María Navarro, coordinadora de la Estrategia Sanitaria de Zoonosis del Minsa.

Asimismo la autoridad advirtió sobre los accidentes por mordedura que pueden ocasionar en los lugares que son de recreación para niños, jóvenes y adultos.

La norma contempla la responsabilidad que tiene el propietario para con su mascota a través de su control sanitario, sobre todo en la aplicación anual de la vacuna antirrábica y la desparasitación periódica, según indicó Andina.

Es importante el lavado de manos después de jugar con las mascotas y antes de ingerir los alimentos como medida preventiva para evitar la transmisión de enfermedades parasitarias.