Las instituciones que integran el Sistema Nacional de Alerta de Tsunami establecieron, por primera vez, los procedimientos y las responsabilidades que les compete a cada una para determinar una alerta y los tiempos que requieren para ejecutarlos, en caso ese fenómeno natural ocurra en Perú.

Se trata del Instituto Geofísico del Perú (IGP), la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú (DHN) y el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), instituciones que este martes presentaron el Protocolo Operativo del Sistema Nacional de Alerta de Tsunami.

El contralmirante Alfonso Gaviola Tejada, director de la DHN, explicó a la Agencia Andina que el documento busca lograr un trabajo articulado y ordenado en caso de que ocurra un tsunami en nuestro territorio nacional.

“Al tener definidas las acciones que tiene que cumplir cada institución y el tiempo máximo que necesitan para llevarlas a cabo, es posible establecer el tiempo de arribo de la onda, la altura que tendrá y el plazo para establecer, así como los planes de evacuación”, afirmó.

¿Cómo será el protocolo?

El protocolo establece que en caso de que el sismo sea de origen lejano (epicentro en la tierra), el IGP tiene no más de 10 minutos para determinar sus parámetros: ubicación, intensidad y profundidad.

Esa misma información es procesada por la DHN que, por medio de un software, también tiene un plazo no mayor de 10 minutos para determinar la probabilidad de tsunami o no.

Luego de los 20 minutos transcurridos, y no más, el Indeci tiene la competencia de difundir a las regiones y los distritos costeros afectados por el tsunami la presencia del fenómeno.

“La información la propalamos a través del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) a los gobiernos regionales y locales para que apliquen sus planes de evacuación”, explicó el subjefe de la institución, Edgar Ortega Torres.

Sin embargo, en caso de que el epicentro del sismo sea mayor de VII grados en la escala de Mercalli y frente a las costas, el protocolo precisa que la población no deberá esperar las señales de alerta, si no aplicar los planes de evacuación que sus autoridades regionales y locales elaboraron y les enseñaron previamente.