Los inquilinos de las viviendas lograron desalojar sus casas rápidamente minutos después de declararse el siniestro, y algunos lograron sacar a tiempo sus pertenencias, como alimentos, enseres y ropa.

Entre llantos y lágrimas, decenas de mujeres, algunas madres de familia e inquilinas del inmueble, veían cómo el fuego salía por las ventanas y avanzaba departamento por departamento, dañando todo a su paso.

Sin embargo, hubo varias personas que se enfrentaron a la Policía en su intento por ingresar a recuperar algunas de sus pertenencias. Por ello, se ordenó el cierre del acceso vehicular y peatonal en la plaza.

A la zona también llegaron seis ambulancias del Sistema de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) y efectivos del Serenazgo de Lima, quienes apoyaron a los hombres de rojo en las labores de seguridad en la zona de emergencia.

La casona quedó seriamente dañada por el incendio, ya que perdió sus tres torres, las cuales se derrumbaron minutos después de ser consumidas por la acción del fuego.