El peruano Rodrigo Salazar, quien se desempeña como consultor tecnológico para sistemas de salud, fue elegido entre los ganadores de ‘Innovadores menores de 35 años Latinoamérica 2018’ por la MIT Technology Review en español en la categoría Humanitarios, gracias a sus investigaciones en innovación tecnológica, aplicadas en este caso a prótesis maxilofaciales.

Salazar, de 30 años y egresado de la carrera de Estomatología de la (UPCH), promueve un novedoso método de fabricación para hacer este tipo de prótesis más económicas, más fáciles para los profesionales y con menos esfuerzo para el paciente.

El método, denominado ‘Mais Identidade’, es gratuito y busca que lleguen a más personas por medio de la ONG de la cual es uno de los directores y que lleva el mismo nombre del método. Salazar, mediante el uso de tecnologías accesibles que reemplazan equipos complejos de alto costo, creó la metodología ‘Mais Identidade’ para producir prótesis faciales para pacientes que sufren de alguna mutilación en el rostro.

Su estrategia no solo reduce la inversión del sistema de salud, sino que, al facilitar el proceso, se democratiza, lo que impulsa a aumentar coberturas. Al ser una subespecialidad de la rehabilitación oral, no deja de requerir especialistas formados, pero para ellos hace el trabajo menos difícil.

El diseño de una prótesis es un proceso que utiliza diversos recursos de las artes plásticas, requiriendo de un gran trabajo manual. Además, se requiere del estándar de dispositivos terapéuticos de grado médico. Ello las diferencia de cualquier arte propiamente. Por otro lado, al ser materiales y equipamientos muy específicos y escasos, resultan ser caras y difíciles de manipular.

Métodos 3D preexistentes para reducir esfuerzos, necesitarían de escáneres especializados y programas de modelado en 3D de alto costo e impresoras específicas, que en flujo completo pueden llegar a costar cientos de miles de dólares.

En cambio, la metodología ‘Mais Identidade’ resalta porque su método utiliza la cámara de un smartphone, software de código abierto e impresoras 3D accesibles para disminuir el costo, a la par de promover que nuevos especialistas se encuentren aún más incentivados a producir este tipo de prótesis en sus ámbitos hospitalarios.