La Policía Nacional del (PNP) lleva decomisadas 27 toneladas de droga en lo que va del año de 2018, además de 14.000 hectáreas erradicadas de cultivos ilícitos de hoja de coca, materia prima de la cocaína, anunció hoy el Ministerio del Interior en un comunicado.

Durante la celebración del aniversario de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la PNP, el director de esta división policial, Héctor Loayza, destacó que en los últimos doce meses se han incautado cerca de 52 toneladas de drogas.

Asimismo, Loayza indicó que desde junio del año pasado se han desarticulado 108 organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas y se han destruido 72 pistas de aterrizaje clandestinas utilizadas por las “narcoavionetas”, que trasladan grandes cantidades de estupefacientes al extranjero.

Resaltó además que la Dirandro está fortaleciendo los equipos especiales de inteligencia e investigación, así como las unidades de maniobra con el apoyo de organismos como la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en proyectos institucionales en ejecución.

Perú es el segundo productor mundial de cocaína, después de Colombia, con una producción anual de entre 300 y 400 toneladas, según las estimaciones oficiales.

La mayor parte de la cocaína producida en Perú procede del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), que concentra aproximadamente 20.000 de las 43.900 hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca que hay plantadas en el territorio peruano, según el informe más reciente de Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

La droga sale principalmente a Europa, Estados Unidos, México y Brasil oculta en contenedores de buques cargueros que parten desde los puertos del Callao, en Lima, y también de Paita, cerca de la frontera con Ecuador.

En menor medida también sale en “narcoavionetas” y por vía fluvial, a través de la triple frontera con Colombia y Brasil en el río Amazonas, así como desde el aeropuerto limeño Jorge Chávez mediante personas captadas por las mafias de narcotraficantes para llevar la droga oculta en sus equipajes o ingerida en cápsulas.

EFE