. En abril del 2017, Luis, un adolescente de 17 años que vive en la zona de Pamplona Alta en el distrito de San Juan de Miraflores, fue retenido por efectivos de la comisaría de Pamplona II por cometer una infracción a la Ley penal contra el patrimonio en la modalidad de robo agravado.

Cuando el caso llegó a la Primera Fiscalía Provincial Civil y Familia de San Juan de Miraflores, el menor aceptó su responsabilidad y se le dio la oportunidad de ser evaluado para poder permitirle que, mediante la Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa impulsada por el Ministerio Público obtenga la remisión fiscal para ser excluido de un proceso judicial.

Durante la evaluación, se detectaron en Luis algunas características personales como rebeldía, impulsividad, pesimismo, baja autoestima, necesidades de afecto y aceptación, resentimiento hacia los padres, entre otros.

También se descubrió una historia familiar con alto grado de violencia física y psicológica que lo motivó a huir varias veces del hogar y pernoctar en la calle con amigos del barrio, ingresando así al oscuro mundo del consumo de drogas.

En este contexto, el equipo interdisciplinario de Justicia Juvenil Restaurativa de la sede fiscal de Lima Sur, conformado por psicólogos, trabajadores sociales y educadores, realizaron sesiones de orientación psicológica y social con el adolescente y su madre. Se le derivó a un centro especializado para el tratamiento del consumo de drogas y luego fue reinsertado al colegio. Sin embargo, tras unos días, Luis fue retenido por segunda vez consumiendo drogas.

El equipo interdisciplinario evaluó el riesgo social latente en la que se encontraba el adolescente y persuadió a la familia y a este a tomar una acción inmediata.

Fue así que en el mes de agosto de 2017, el joven fue internado en el centro de rehabilitación “Guerreros de Luz y Esperanza”, del distrito de Lurín.

Luis afirma que con el tiempo este inmediato accionar lo llevó a reflexionar sobre las consecuencias del consumo de drogas. “Las personas mayores, me aconsejaban y me decían que me salga de ese mundo. Fue así que después de salir del centro, me propuse cambia. Decidí ya no juntarme con mis amigos de barrio, pero era tanta la presión que volvía a lo mismo, así que tuve que tomar una acción decisiva, huir para bien o quedarme en lo mismo”, expresó.

Al cumplir los 18 años, decidido a cambiar su vida, Luis se inscribió en el Ejército del Perú para realizar el Servicio Militar Voluntario. Actualmente ya tiene tres meses de servicio en la Base Aérea Las Palmas – Brigada de Fuerzas Especiales de la Compañía Comando 61 de Paracaidismo y tiene como meta reengancharse a la Escuela de Sub Oficiales.

“Aprendí que tenía que tomar decisiones importantes en mi vida. Si seguía en ese mundo iba a terminar mal. Muchas veces la gente nos llamaba la lacra, ahora que vuelvo por mi barrio la gente me respeta y me admira. Mi cambio no fue rápido. Mi familia, el programa de Justicia Juvenil Restaurativa estuvieron apoyándome siempre. Por eso estoy muy agradecido. Quiero hacer las cosas bien, es mi compromiso”, sentenció.

Fuente: Agencia Andina

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